El Origen




Escuché una vez a alguien decir: “el gran fastidio de hacerse mayor es, “que cuando crees que ya lo sabes todo, se te empieza a olvidar” Después de esto, creo que está muy bien contar y cantar cosas de generación en generación, pero si queda escrito… mucho mejor.

Esta historia que voy a contar es la peculiar y singular manera de cómo se llegó a forjar cuál espada toledana, ésta particular cuadrilla que, llegada hasta nuestros días, no es una panda de amigos cualquiera, es ya una gran familia, a la que nos referimos como CHUPIPANDI.

Comenzamos:

Por la parte de los chicos hay dos ramas, la de Jose y Paco y por otro lado la de Ángel y Carlos.

Y por las chicas Dolores y Paqui en principio, Loli más tarde y Susy en solitario.

Comenzamos:

     Allá por el año 74 en cierto colegio cuyo recuerdo requiere otra historia, entre balonazos y patadas en la espinilla, se conocen Jose y Paco.

     Jose es dos años más pequeño que Paco, pero aun así se han conocido.


Parece que encajan en sus aficiones: Salen, juegan a las canicas, al fútbol, ríen, la bici, chicas, bueno chicas… ninguna por aquel entonces.

     Pasan algunos años y aumenta la cuadrilla. Entran en escena Paco que es primo de Jose, José Manuel un amigo de Jose y Miguel el “dos dedos” que es un vecino de Paco.

     Ahora sus aficiones como su edad y su testosterona son otras…. Van al parque, siguen jugando al fútbol, se ríen, escuchan música, van a los futbolines de las Mercedes y acuden a la discoteca en busca de chicas. El éxito de aquellas batallas era incierto, entre lo que mentíamos y lo que nunca pasaba, nadie sabía a ciencia cierta que era aquello de ligar.

Así pasa un año y otro año hasta entrados los 80.

     Vamos con la otra rama de los chicos.

A finales de los 70, existió una peña de fútbol, seis de sus miembros, hicieron pandilla. Carlos, Juan Manuel, Alfredo, Rodrigo y un tal Ángel, que es quién nos interesa.

De esa futbolera pandilla, coincidían en un pueblecito llamado Piñel de Arriba, todos los veranos, José Miguel, Carlos y un segundo Carlos que va a ser con el tiempo, el otro pilar junto a Ángel de nuestra chupipandi.


Carlos, ahora ya sí el nuestro, se unió a la cuadrilla del fútbol allá por el año 80 y, es ahí donde conoce a Ángel.

La forma de divertirse no era muy distinta a la de otros. Jugaban al billar, echaban sus partidas de mus y aquellos eternos campeonatos de futbolín de las tardes de domingo, escuchando en la máquina de discos a Bruce Springteen y AC DC

Aquello no llenaba del todo su curiosidad masculina, y un año más tarde, hartos de tanto futbolín, se vieron frecuentando la discoteca Hipo.

De aquella numerosa pandilla ahora quedan tres, los dos Carlos y Ángel.

Hago un paréntesis aquí y digo: Este lugar llamado Hipopótamus, fue el nexo de unión de toda nuestra pandilla.

Cambiamos de sexo, me refiero que vamos a la parte de las chicas.

     En el año de gracia de 1975, Paqui y Dolores tienen 13 y 14 años, se conocen siendo catequistas y coinciden en el instituto de la Rubia, aunque no van a la misma clase porque Dolores está un curso por arriba.

 Al sonar el timbre se divierten en el recreo, y, entre los estudios, la catequesis, y las salidas, pasan los días y algún que otro año.

      En el año 80 Loli pierde el norte y se viene a la meseta desde Bermeo para instalarse en Pucela. Su hermana, su futuro cuñado y otros, son sus amistades y con los que pasea y va al cine.

    
El destino quiere que estudie en la Rubia y allí conoce a Dolores y a Paqui, con las que en el año 82 comenzará a salir.

      Ahora, el principal destino de entretenimiento para Loli, Paqui y Dolores es la disco… y a cuál van???? A HIPO.

     Ese año 82 será crucial para el futuro, comienzan a conocerse todos.

     Llegados a este punto todos van a la misma disco, pero, aún no se conocen.

     Volvemos a los chicos:

Paco ha conocido a María Jesús, una vecina del barrio y hermana de un amigo de su hermano Santi, o sea a Susy.

     Susy también es asidua de Hipo e incita a Paco para que acuda a dicha discoteca.

Entre idas y venidas se emparejan.

     Jose y el otro Paco siguen buscando y ahora se les ha unido Víctor un amigo de Jose.

Un buen día en Hipo, un jueves para más datos, conocen a Dolores, Paqui y Loli.

     Jose sucumbe a los encantos de Dolores y también se emparejan.

     Paco “el primo” se ennovia con otra amiga de Dolores que pasaba por allí y desaparece. Y Víctor con poco pelo y bajito le hacen desaparecer.

     Loli y Paqui siguen yendo a Hipo, según ellas a bailar…..  por aquel entonces no existía TINDER. Se ha unido a ellas Tere, supliendo la baja de Dolores que se ha ido con Jose. Llegando aquí entran en escena Carlos, otro Carlos y Ángel….  Supervivientes de los del fútbol….  Y también buscan baile.

* Bailas??

* Nooooo.

* Y eso????

* Eso es mi hermana y tampoco baila.

      En ese mágico y trágico momento de los agarrados conocen a las tres….  A Tere, Loli y a Paqui.

Carlos “el otro”, se junta con Tere y se van.

Ángel ha puesto sus ojos en Paqui y lo está dando todo en la pista, tras un sinfín de bailes de cortejo, Paqui cae rendida a sus encantos y así es como se forma la tercera pareja que nos interesa.

     Con este panorama, Loli se queda sola, y Carlos “el nuestro” también.


Carlos es un chico muy estudioso y tiene poco tiempo. Ni la escusa de haber perdido el paraguas le vale a Loli para atraparlo a la primera. Tuvo que bailar sola una temporada hasta que poco antes de irse a la mili un buen día de septiembre del 84 aparece cual galante caballero a rescatarla de la pista de baile, se enamoraron y hasta la fecha.

En aquella época otra pareja que se unió al grupo, fueron Pili y Vicente, asiduo durante mucho tiempo a las boda, banquetes y eventos comunes, siempre vestido de riguroso y dudoso traje de Emidio Tucci.

Eran mucho más jóvenes que el resto, pero también muy buena gente


     Nuestras cuatro parejas están formadas, ahora pasaran unos años y numerosos acontecimientos para llegar a juntarse y formar la pandilla.

    


Resumiendo:

Año 87, Paco y Susy se casan y se van a vivir a Menorca. Transcurren cinco años y en julio del 92 se casan Jose y Dolores, se van de viaje de bodas a Menorca y allí visitan la isla junto con Paco y Susy.

En agosto de ese mismo año contraen matrimonio Carlos y Loli, muy dados a los viajes se fueron hasta Canarias en busca del paraguas perdido que les unió.

Ahora solo Ángel y Paqui siguen solteros. En el año 93 nace Ricardo el primogénito de los Galán y Pérez, en Julio del mismo año se vuelven a Valladolid. Al poco de llegar retoman las quedadas y salidas con Jose y Dolores y en la calle estadio en el Cuarcita se saludan por primera vez las cuatro parejas.

Carlos, Loli, Ángel y Paqui no conocían a Susy y Paco. A partir de ahí se fragua una gran amistad entre los ocho, todo amenizado con un pequeñín de por medio, y otros dos que estaban de camino.

Abril del 95 nace Diego único hijo que sepamos de los Gómez y Miguel. Un mes más tarde nace Guillermo en el mismo mes que las flores, en mayo, primogénito de los Casas y Ares.

Año 1996, marzo, por fin los últimos solteros del grupo, Ángel y Paqui se casan, a esa boda acudimos todos menos los peques por que daban mucha guerra.

La noticia de ese día resultó ser un acontecimiento en octubre de ese mismo año, fue el nacimiento de la primera chica de la pandilla, Beatriz, segunda en la línea de sucesión de los Casas y Ares, la niña bonita de la casa.

En enero del 97, con apenas casi el año de casados nace Laura, segunda chica del grupo y primogénita de la familia San José y García, risueña por condición.

Justo dos mese más tarde en marzo de ese año 97 nace el segundo hijo de los Galán y Pérez, Roberto, nació risueño, se crio enfadado y ha día de hoy, ríe y se enfada por igual.

Y, por último, cuando todo el mundo pronosticaba el fin del mundo, en el cambio de siglo,  en aquel febrero del año 2000, nació María la pequeñina de la pandi y juguete de todos, hasta que se hizo mayor. Nunca se dejó coger en brazos por nadie que no fuese su madre y por sucesión segunda hija del los San José y García.   

 

Así queda compuesta esta CHUPIPANDI, que desde tiempos remotos hasta hoy ha permanecido unida y siguen todos sus miembros saliendo, riendo, jugando, escuchando música y últimamente videoconferenciando.

Larga vida a la CHUPIPANDI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.